La Navidad en Venecia es sinónimo de aprovechar todos los momentos del día, pero de desplegar las mejores galas con la llegada de la oscuridad. Es en ese momento en el que los paseos brindan a las góndolas la oportunidad de mostrar sus luces navideñas y la forma en la que estas se reflejan sobre el agua. El espectáculo que se organiza en este sentido es comparable al de pocas otras iluminaciones de Navidad.
Las góndolas recorren los paseos de Venecia y no lo hacen en solitario. Los coros y grupos de ciudadanos vestidos para la ocasión, representando distintos momentos relacionados con esta festividad, se suceden a lo largo del lugar. Es fácil ver a grupos representando un belén en vivo y a otros cantando a pleno pulmón mientras entonan canciones propias de la época.
La iluminación de la propia ciudad, que se refuerza con farolas o con los puentes, engalanados con sus mejores luces, se combina con el atractivo aspecto de las propias góndolas. Todo sirve para intentar tener la góndola que más llame la atención del periodo de Navidad, un desafío que los especialistas de Venecia se imponen como tradición todos los años y que tratan de superar para atraer cada vez más miradas.
Se nos ocurren muchos momentos del año en los que sea recomendable viajar a Venecia, porque se trata de uno de esos destinos que nunca pasan de moda. Pero la Navidad, gracias a su iluminación, a las buenas vibraciones que se destila de la decoración y de las góndolas, y también debido a lo romántico y al mismo tiempo enigmático que resulta el paisaje, es un momento del año que recomendamos. Y aunque de noche todo sea más llamativo, no olvidemos aprovechar también las luces del día para ver todo lo que Venecia tiene para nosotros, que es mucho y muy variado.
Foto: Kosala Bandara