¿Te suena la palabra aviofobia? Seguramente incluso la has vivido en tus propias carnes. El miedo a volar es algo más común de lo que crees. Seguramente muchas de las personas que lean nuestros reportajes con espíritu aventurero y alma de viajeros sacrifiquen todos sus deseos exclusivamente por las dificultades que les causa subir a este medio de transporte, aunque muchos lo nieguen una y otra vez: el más seguro del mundo.
¿Por qué todo tu sistema nervioso se activa ante la mera idea de subir a un avión y, sin embargo, estás completamente tranquilo en un viaje en coche a una velocidad elevada? Y lo que es más importante ¿por qué anticipas tanto tu temor? La mayoría de las personas con aviofobía suelen obsesionarse con este tema nada más conocer la noticia de que tienen que subir a un avión. No importa el tiempo que quede hasta entonces. Esto hace que ellos mismos se autosugestionen, creando un estado de ansiedad que no se corresponde con la realidad y perdiendo energías.
Para empezar ¡deja de hacer eso¡ No dejes que tu mente te controle. Contrólala tu a ella. Trata de practicar algún ejercicio de relajación, charla con tu compañero, intenta olvidarte de donde estás y asemejarlo a un viaje cualquiera en tren o en coche.
Lo último que podemos decirte quizás te suene irónico pero es totalmente cierto. La mejor forma de perder el miedo al avión es volar, convertir esta actividad en un acto cotidiano como cualquier otro. Así que oblígate a viajar más a menudo. Como sabemos que del dicho al hecho hay un buen trecho te dejemos muchos más consejos en los siguientes enlaces para que te cueste mucho menos superar tu miedo a volar. Intentalo. Sentirnos más libres es algo por lo que merece la pena luchar.
Volar sin miedo. Supere la aviofobia.
Me da pánico subir al avión.
Foto: Jean Marc.
Esther Ponts
Para mí volar era uno de mis grandes miedos. Aunque me tranquilizara mentalmente antes de entrar en el avión una vez dentro me ponía nerviosa, empezaba a sudar y me temblaban las manos. Ese gran miedo limitaba mis viajes de verano e incluso algunas actividades familiares. Parecerá una tontería, pero en Navidad me regalaron un libro que se llamaba “Volar sin miedo” de Editorial Amat y aunque lo leí más por compromiso que por convencimiento me ayudó mucho. Explica información sobre la seguridad aérea, técnicas para controlar la ansiedad e incluso consejos para sobrevivir a bordo. Gracias a él he ganado confianza y seguridad y volar ya no supone un gran problema para mí.