La Catedral de Burgos es muy conocida por ser una de las joyas del arte gótico español y por ello ha pasado también a ser incluida dentro del listado de Patrimonio de la Humanidad, en el año 1984.
Este templo que, por siglos y siglos ha sido lugar de reunión de los feligreses y de adoración, dedicada a Santa María, tiene su origen en el siglo XIII, más en específico, en el año 1221, cuando el rey Fernando III el Santo y el Obispo Don Mauricio la mandaron a construir, para ser finalmente consagrada unos cuantos años después, en 1260.
La imponente catedral ubicada en la Plaza de Santa María ha tenido varias ampliaciones y modificaciones en estos casi ocho siglos de existencia, que han incluido la construcción de nuevas capillas y afectado a importantes piezas de su construcción, como son las agujas de la fachada principal o el bellísimo cimborrio del crucero.
Este templo es de planta de cruz latina, de tres naves y un crucero, además de otras varias capillas que se han ido construyendo luego y la circundan. Su entrada principal es conocida como la de Santa María, aunque hay otra muy bella que es la de la Coronería.
Dentro de sus atractivos principales destaca el popular Cazamoscas, que forma parte de un gran reloj, y el Martinillo, ambos en la nave mayor. Bajo la cúpula, tienen protagonismo las tumbas de El Cid Campeador y su esposa Jimena.
En otra de las capillas que la componen, la Condestable, una de las más visitadas, también podrán verse los sepulcros de don Pedro Fernández de Velasco (sexto Condestable de Castilla) y su esposa, doña Mencía de Mendoza.
Tampoco habrá que perderse visitar con tiempo la Capilla del Santo Cristo, la primera a la derecha por la entrada de Santa María, exclusivamente dedicada a la oración, y cuya gran escultura de Cristo en el retablo mayor, de origen flamenco y hecha en madera, tiene la particularidad de haber sido señalada como una de las que han llorado y sudado sangre.
Apúntate otros puntos que no puedes dejar de ver: la Puerta Real y Puerta de Sarmental, el Coro, la Girola, la escalera dorada, el claustro, entre otros.
La catedral de Burgos puede visitarse todos los días, por estas fechas de temporada baja, de 10 de la mañana a 19 horas, como atractivo turístico por un valor de 5 euros la entrada para adultos, 4 euros, jubilados, y 1 euro los niños (sin servicio de guía). Los martes, a partir de las 15,30 horas, la entrada es gratuita.
Foto 1 Wikimedia