Un explorador nos ha inspirado
Son exploradores urbanos, dueños de los lugares abandonados, de esos sitios que el mundo ha olvidado y que ellos se ocupan de revivir por medio de sus visitas. Es una afición romántica y apasionada, un papel que solo unos pocos saben realizar, porque necesita tener agallas, saber ver el encanto de sitios que mucho tiempo atrás estuvieron llenos de vida, pero que el paso de las épocas se ha encargado de olvidar. ¿Pero qué hay que tener para ser un explorador urbano? ¿Y para ser el mejor? Recientemente hemos leído una entrevista con David de Rueda, uno de estos exploradores, uno de los que están considerados entre los más importantes, y nos hemos quedado prendados de las cosas que ha contado. Tanto que nos gustaría echarnos la mochila a la espalda mañana mismo y comenzar a explorar.
Pero si lo hiciéramos no podríamos contaros las próximas cosas curiosas que descubramos sobre el mundo de los viajes. Así que lo que vamos a hacer es daros unas pautas, en parte gracias a las declaraciones de este explorador, para que vosotros mismos podáis seguir sus pasos. Y si las cosas os salen bien luego nos podéis contar vuestras aventuras, estaremos encantados de escucharlas.
Buscando espacios únicos y originales
Una de las cosas que tiene que hacer todo explorador urbano es buscar. Buscar esos espacios únicos que han sido dejados de la mano de dios, que ya no están en las guías turísticas y que nadie recomienda en sus perfiles de Facebook. La buena noticia, y ya sabéis que siempre nos gusta daros buenas noticias, es que los lugares abandonados también tienen sus seguidores. Si buscáis un poco en la red podréis apreciar que existen muchas páginas y foros dedicados a la recomendación de sitios que han quedado abandonados con el tiempo. En estas fuentes vais a poder conseguir información específica para explorar estas zonas, recomendaciones sobre qué os encontraréis y guías de entrada y salida para que nunca tengáis problemas excesivos en vuestras expediciones.
Nuestra recomendación es que consigáis información de estas fuentes, pero sin conseguir datos excesivos, dado que eso puede restar mucha emoción al descubrimiento de las zonas. Lo curioso es que la mayoría de los exploradores urbanos prefieren viajar en solitario, introducirse en los lugares más complejos sin el apoyo de otras personas, en parte posiblemente porque tienen amplia confianza en sí mismos. Es por ello que lo mejor es que siempre estemos preparados para introducirnos en los lugares más complicados, aunque no por ello dejemos de lado disponer de dispositivos que nos permitan mantener la comunicación con nuestros seres queridos.
Habla un explorador urbano
A veces lo mejor es escuchar lo que tiene que contar alguien con experiencia. David de Rueda menciona en la entrevista que hemos leído en CNN, cosas muy interesantes. Cuenta, por ejemplo, que es importante tener cuidado con aquellas zonas abandonadas en las que exista algún tipo de nivel de contaminación. Él ha pasado tiempo en ellas y sabe que los días que puede pasar en estas localizaciones son muy reducidos, a riesgo de no sufrir consecuencias a corto y largo plazo. También tiene muy en cuenta que hay sitios donde la radiación aún es muy alta, así que tienen que ser evitados por todos los medios posibles.
Recomienda viajar con poco peso, de forma ligera, para que sea fácil superar los distintos obstáculos con los que se llegue a encontrar. En su caso él siempre lleva dentro de la mochila una cámara Nikon D810 full frame, unas cuantas pilas, un pequeño trípode que puede utilizar en situaciones en las que sea necesario para sus fotos y varias linternas. Otros de los objetos que suele llevar a todas partes son un GPS, una cuerda y dice que en algunas ocasiones no se ha olvidado de una barca, porque resulta necesaria para llegar a zonas que están separadas por el agua. En nuestro caso nos gustaría hacer especial hincapié en la importancia de las linternas.
No podéis imaginar lo importante que es la luz cuando te encuentras solo y abandonado en un lugar que desconoces. No es como estar en la calle de tu ciudad durante la noche, momento en el cual puedes confiar en las farolas. Es la oscuridad absoluta, siendo la única luz la de la luna y complicando esto las horas hasta que vuelve a aparecer el sol. Las pilas también son importantes, para recargar las linternas. El agua potable, un kit de primeros auxilios y otros elementos de apoyo, como una brújula, os vendrán muy bien en todo tipo de casos.
¿Qué más tener en cuenta?
La exploración urbana es una aventura, un tipo de viaje lleno de situaciones inesperadas, que nunca sabemos cómo terminará. Debemos ser precavidos, eso ante todo, y es recomendable que dispongamos de una condición física que nos permita movernos con agilidad por los lugares que visitemos. No esperemos encontrar electricidad ni apoyo cuando visitemos este tipo de localizaciones y es bueno estar abiertos a lo extraño y lo poco usual. Las cosas que nos podemos llegar a encontrar son tan variadas que siempre vamos a tener algo nuevo a lo que echarle fotos.
Colegios, iglesias o incluso edificios de oficinas abandonados, cines, centros comerciales y prácticamente todo lo que os podáis imaginar. Todo es posible encontrarlo lejos de la civilización, lleno de polvo y congelado en el tiempo. Solo es necesario buscar en el lugar adecuado. El explorador del que hemos hablado antes cuenta que él ha llegado incluso a tener la oportunidad de visitar una estación espacial, en la que se encontró con una nave en su máximo esplendor. Es una de esas cosas que solo vais a poder ver una vez en la vida, aunque nunca se sabe las cosas que podemos llegar a descubrir explorando.
Si os interesa el tema quizá os apetezca convertiros en exploradores urbanos antes de que se convierta en tendencia dentro de unos pocos años. Porque nos da la sensación de que pronto habrá más exploradores urbanos que turistas de la tercera edad en Benidorm.
Vía: CNN
Foto: robarmstrong2